Cómo las plantas me acompañaron en una de las etapas más intensas de mi vida

Hola!

Soy Florencia, y hoy quiero escribir algo muy personal.

A veces la vida nos lleva por caminos inesperados, y en esos momentos de incertidumbre, encontrar un refugio puede marcar la diferencia. Quiero compartir una historia personal que me emociona, me llena de gratitud y que, sin darme cuenta, me hizo entender la importancia de conectar con la naturaleza en los momentos clave de la vida.

Hoy, mientras escuchaba un episodio del podcast de Marian Rojas Estapé, algo hizo “clic” en mi interior. En una parte, hablaba sobre la importancia de aprender cosas nuevas y cómo esto puede ayudarnos a atravesar momentos difíciles. Contaba la historia de una paciente suya que, debido a la enfermedad de su padre, tuvo que hacerse cargo del huerto familiar. Cada día aprendía sobre un fruto distinto, y al estar en contacto con la tierra y las plantas a diario, descubrió que este hábito tenía un efecto mucho más positivo en su bienestar que los antidepresivos que tomaba.

Y ahí, en ese instante, mi mente viajó a mi propia historia.

En junio de 2022 nació Piero, y con su llegada mi vida cambió por completo. Como cualquier madre primeriza, experimenté un torbellino de emociones, desafíos y ajustes constantes. Pero fue en febrero de 2023 cuando tomé una decisión que, sin saberlo, me sostendría en esta nueva etapa: abrí mi emprendimiento de plantas.

Hasta ese momento, había intentado muchas veces tener una huerta, pero nunca lograba que prosperara. Algo siempre fallaba, quizás porque no lograba conectar de verdad con ese proceso. Pero esta vez fue diferente. Tal vez el universo sabía que lo necesitaba más que nunca.

Las plantas como refugio, sanación y conexión
Cuidar las plantas se convirtió en un ritual, en una pausa en medio del caos del puerperio. Mientras las regaba, las trasplantaba o simplemente las observaba crecer, sentía que la naturaleza me devolvía la calma. Y en ese proceso, sin buscarlo, encontré un refugio que hizo que todo fuera más llevadero.

Hoy, mirando en retrospectiva, me pregunto:
💭 ¿Cómo hubiera sido esta etapa sin este contacto diario con la tierra?
💭 ¿El puerperio habría sido más intenso, más pesado?
💭 ¿Fue este un mensaje del universo para recordarme que siempre podemos encontrar equilibrio en la naturaleza?

Y mientras reflexionaba, también sentí que en esta conexión con las plantas hay algo más profundo, algo que me une con mi historia y mis raíces.

Mi abuelo siempre tuvo plantaciones para generar alimentos. Crecí viendo sus manos llenas de tierra, su paciencia con las semillas, su orgullo al cosechar lo que él mismo había cultivado. Quizás sin darme cuenta, estar rodeada de plantas hoy en día es también una manera de conectar con él, con su legado, con esa sabiduría ancestral que nos recuerda que la tierra nos da todo lo que necesitamos si aprendemos a escucharla y cuidarla.

Más allá de la historia personal, creo que esto es algo que todos podemos experimentar de alguna manera. El contacto con la naturaleza es un bálsamo, una terapia sin costo, una herramienta poderosa para el bienestar emocional. Y aunque no siempre lo veamos así, quizás sea lo que muchos necesitamos sin saberlo.

Hoy me siento agradecida. Por la oportunidad de aprender, por cada planta que llegó a mi vida en el momento justo, por este espacio en el que puedo compartir esta experiencia y por la salud suficiente para seguir cultivando este vínculo con la naturaleza.

💚 Si estás pasando por un momento difícil, prueba conectar con la tierra.
💚 Si sientes que necesitas algo que te sostenga, cuida una planta.
💚 Si buscas un refugio, la naturaleza siempre estará ahí para recordarte lo esencial.

Contame de vos, ¿Alguna vez sentiste que la naturaleza te ayudó a sobrellevar un momento difícil? ¡Me encantaría leerte en los comentarios! 🌱💬