
Cuidar bajo el sol: aprender a leer las señales
El sol no es enemigo ni aliado automático. Es energía intensa. Aprender a leer cómo reaccionan las plantas al calor cambia por completo la forma de cuidarlas, y también nuestra manera de intervenir.
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El compostaje es una forma natural de transformar tus residuos orgánicos en abono, ideal para mejorar la salud de tus plantas y reducir la cantidad de desperdicios que generamos. Aquí te explicamos cómo empezar tu propio compost, qué materiales usar y cuáles evitar.
¿Qué es el compostaje? 🌱
El compostaje convierte restos de comida y materiales orgánicos en un abono rico en nutrientes, fundamental para la vida de las plantas. A través de un proceso de descomposición natural, estos materiales se transforman en un fertilizante casero y ecológico que mejora la estructura del suelo, lo enriquece y reduce nuestra huella de carbono.
Beneficios de compostar
1. Reducción de residuos: Al compostar, reduces la cantidad de desechos que van a los vertederos.
2. Mejora del suelo: El compost ayuda a retener la humedad y aporta nutrientes, evitando la necesidad de fertilizantes químicos.
3. Cuidado ambiental: Contribuyes a un ciclo de vida natural al reciclar nutrientes y reducir emisiones de metano en los vertederos.
¿Qué puedes compostar? ✔️
Los residuos orgánicos se dividen en materiales “verdes” y “marrones”, que juntos aportan el equilibrio de nitrógeno y carbono necesario para un compost saludable.
– Verdes (ricos en nitrógeno):
– Restos de frutas y verduras (sin salsas ni aderezos)
– Cáscaras de huevo trituradas
– Restos de café y bolsitas de té
– Césped cortado y restos de plantas verdes
– Marrones (ricos en carbono):
– Hojas secas y ramas pequeñas
– Papel sin tintas, cartón y servilletas usadas sin aceites
– Virutas de madera y paja
– Cáscaras de frutos secos (sin sal ni saborizantes)
Materiales que NO debes compostar ❌
Algunos desechos pueden alterar el proceso de compostaje o producir olores desagradables, mientras que otros son simplemente difíciles de descomponer.
– Productos animales: Carne, pescado, huesos y lácteos, ya que pueden atraer plagas y tienen un alto contenido de grasa que dificulta la descomposición.
– Aceites y grasas: Ralentizan el proceso y pueden generar olores.
– Residuos peligrosos: Plantas enfermas, heces de animales domésticos y cenizas de carbón, que pueden contener sustancias tóxicas o difíciles de descomponer (por ejemplo madera pintada o con protectores químicos).
– Materiales no biodegradables: Plásticos, metales y cualquier elemento sintético no debe ser incluido en el compost.
Cómo empezar tu compost 🏡
1. Selecciona un espacio adecuado: El compost se puede hacer en un contenedor especial o en un rincón del jardín.
2. Prepara la base de tu compostera: Coloca una capa de ramas o paja para mejorar el drenaje.
3. Crea capas de verdes y marrones: Alterna materiales húmedos y secos, comenzando con una capa marrón (hojas, ramas) y luego una capa verde (restos de cocina).
4. Riega y airea regularmente: Mantén el compost ligeramente húmedo y remuévelo semanalmente para oxigenarlo y acelerar la descomposición.
Consejos finales para un compost perfecto 💡
– Evita el exceso de cítricos: Aunque se pueden compostar en pequeñas cantidades, los cítricos en exceso pueden alterar el pH.
– Cubrir el compost: Si usas una compostera en el jardín, cúbrela con hojas o cartón para evitar que se seque o que los residuos atraigan insectos.
– Ten paciencia: Dependiendo del clima y los materiales, el compost estará listo en unos 3 a 6 meses, cuando tenga un color marrón oscuro y un olor agradable a tierra.
Con estos pasos, puedes comenzar tu propio compost en casa y contribuir a un mundo más sostenible, nutriendo a tus plantas de forma natural y reduciendo tus residuos.
¡Anímate a probarlo y a descubrir los beneficios del compostaje para tu hogar y el planeta!

El sol no es enemigo ni aliado automático. Es energía intensa. Aprender a leer cómo reaccionan las plantas al calor cambia por completo la forma de cuidarlas, y también nuestra manera de intervenir.

El calor no es un enemigo. Es un cambio de ritmo. Acompañarlo con conciencia puede marcar la diferencia en tus plantas… y en vos.