
Cuidar bajo el sol: aprender a leer las señales
El sol no es enemigo ni aliado automático. Es energía intensa. Aprender a leer cómo reaccionan las plantas al calor cambia por completo la forma de cuidarlas, y también nuestra manera de intervenir.
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En los últimos años, Uruguay ha ido incorporando políticas, proyectos y reflexiones en torno a la sostenibilidad. Desde producción agroecológica hasta economía circular, hay un movimiento claro hacia lo verde.
Pero estos cambios no solo pasan en grandes extensiones de tierra. También pasan en una maceta en tu balcón, en la compostera de tu patio, en la manera en que elegís cuidar tu jardín.
Cuando acompañás ese cambio desde casa, te volvés parte de un tejido más grande: una comunidad que entiende que todo empieza por las manos que cuidan.
La sostenibilidad doméstica no necesita perfección. Solo necesita intención y constancia. Acá hay algunos hábitos que pueden formar parte de tu propio “Uruguay verde” en miniatura:
Compostar residuos de cocina, aunque sea en un tarro pequeño o compostera de balcón.
Elegir plantas nativas o bien adaptadas, que requieren menos recursos y sostienen biodiversidad local.
Reutilizar macetas, envases y sustratos cuando sea posible.
Preparar tus propios sustratos vivos, con mezclas nobles y materia orgánica.
Elegir abonos naturales, como Bokashi o humus.
Evitar químicos fuertes que dañan la vida del suelo.
Cada una de estas acciones hace la diferencia. No solo en tu casa: en el tejido de la ciudad, en el agua, en el aire, en la tierra.
Podés empezar con algo muy simple:
Romero, menta, orégano, albahaca. Crecen rápido, se usan en cocina y atraen polinizadores.
Agregar biocarbón activado y MEN devuelve vida microbiana y mejora estructura y retención.
Un frasco esterilizado con Bokashi puede transformar restos de cocina en abono.
Infusión de ortiga, té de compost o agua de banana pueden aportar nutrientes sin dañar.
La sostenibilidad empieza por no forzar.
Cuidar plantas desde un enfoque verde es cuidar el lugar donde vivimos. Y cuando muchas personas sostienen pequeños hábitos en su hogar, el impacto se vuelve enorme.
En Peppo acompañamos ese cambio con productos vivos y nobles, pensados para cuidar el planeta desde casa.

El sol no es enemigo ni aliado automático. Es energía intensa. Aprender a leer cómo reaccionan las plantas al calor cambia por completo la forma de cuidarlas, y también nuestra manera de intervenir.

El calor no es un enemigo. Es un cambio de ritmo. Acompañarlo con conciencia puede marcar la diferencia en tus plantas… y en vos.
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