Cuidados esenciales:
– Luz: Prefiere luz indirecta brillante, evitando el sol directo que podría quemar sus delicadas hojas.
– Riego: Mantén el sustrato húmedo, pero nunca empapado. Deja que la capa superior se seque entre riegos.
– Humedad: Disfruta de ambientes con alta humedad. Un humidificador o un platillo con piedras y agua debajo de la maceta puede ser ideal.
– Sustrato: Un sustrato bien aireado, rico en materia orgánica, es clave para su desarrollo. Las mezclas para epífitas con corteza, perlita y musgo sphagnum son recomendadas.
Este anthurium es más que una planta de interior: es una declaración de estilo que traerá un toque de lujo verde a cualquier rincón.














Luis –
Dificultad 5
Muy bueno